Así se titula una hermosa canción por el maestro Enrique Bunbury, de su disco "Bunbury and Vegas: El tiempo de las cerezas". Lo menciono, porque es de esa canción de la que tomo algunos fragmentos:
"Jamás te recuerdo... porque nunca te olvido"
Una frase con mucho significado. Cada quien puede expresarlo como quiera, lo cierto es que para mí cobra gran significado en la situación vivida con mi papá. Él, estando a miles de kilómetros y yo, aquí, sin recordar, porque como bien dice la letra, nunca le olvido. Es difícil... revivir lo que tantos años he pasado sintiendo, la ausencia, el vacío. Aunque no me puedo quejar, pude cerrar ese "círculo" al fin.
"...y un corazón espartano y unas manos que creen en los milagros"
Creo que todos quisiéramos tener un corazón espartano ¿no? Para no dejarse vencer, para no dejarse doblegar... y al mismo tiempo, tener la disposición de creer en que todo es posible, todo es... alcanzable. ¿Por qué a veces cuesta ver los pequeños milagros cotidianos?
Para los que quieran escuchar...
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